La Barrita Linzer tiene sus orígenes en la tradicional torta Linzer, una receta clásica de Austria que se remonta al siglo XVII, específicamente a la ciudad de Linz. Esta torta es conocida por su base de masa quebrada y un relleno de mermelada, generalmente de frambuesa, decorada con un enrejado de masa en la parte superior. A lo largo de los años, esta deliciosa preparación se ha adaptado en varios países de Latinoamérica, donde recibe diferentes nombres. En México y algunos lugares de Centroamérica suelen llamar a esta receta "Barra de Linzer" o simplemente "Tarta Linzer", mientras que en países como Argentina y Chile se la conoce como "Barras de mermelada" o "Galletas de Linzer" debido a su presentación en porciones individuales y su textura más firme, ideal para consumir como snack o postre.
La esencia de esta receta se mantiene intacta: una base crujiente y dulce acompañada por el sabor frutal intenso de la mermelada, normalmente de frambuesa, que le aporta un contraste delicioso. Su popularidad en Latinoamérica ha crecido no solo por su sabor, sino también por la facilidad para prepararla en forma de barras, lo que la convierte en una opción práctica para quienes buscan un postre casero y tradicional.