Las chuletas de cerdo con costra de cebollas son un plato tradicional que combina la jugosidad y sabor de la carne de cerdo con una textura crujiente y aromática, gracias a la capa de cebollas doradas y el gratinado de migas de pan y queso. Este platillo tiene raíces en la cocina europea, especialmente en las recetas francesas y mediterráneas, donde el uso de hierbas frescas y el vino blanco realzan los sabores naturales de la carne.
En Latinoamérica, aunque el cerdo es un ingrediente común en muchas gastronomías, esta receta puede variar en nombre y preparación según el país. Por ejemplo, en México se le puede conocer simplemente como "Chuletas con costra" o "Chuletas gratinadas", mientras que en países del Cono Sur puede recibir nombres similares, adaptándose a ingredientes locales. Sin embargo, la esencia del platillo se mantiene, celebrando la combinación de texturas y sabores intensos.
Como preparar Chuletas de cerdo con costra de cebollas
Espolvorear las chuletas con sal y pimienta.
Derretir 2 1/2 cucharadas de mantequilla en una sartén grande y pesada a fuego medio-alto y dorar las chuletas por ambos lados, girando frecuentemente para que no se peguen.
Retirar de la sartén, espolvorear con estragón, cubrir y mantener caliente.
Agregar otra cucharada de mantequilla a los jugos de la sartén y sofreír las cebollas durante 3 minutos o hasta que estén suaves y doradas.
Extender 2/3 de las cebollas en el fondo de una cacerola baja, colocar las chuletas con la parte del estragón hacia abajo encima.
Espolvorear ligeramente con tomillo y cubrir con las cebollas.
Verter el vino en la sartén, llevar a ebullición, agregar el caldo de pollo, volver a hervir y cocinar hasta que el líquido se reduzca a aproximadamente 2/3 de taza.
Verter la mezcla sobre las chuletas.
Combinar las migas de pan y el queso, esparcir sobre las cebollas y las chuletas.
Derretir las 2 cucharadas restantes de mantequilla y rociarla sobre las migas.
Hornear a 400 grados durante 30 minutos.