La crema de pollo con arroz silvestre es una receta reconfortante y tradicional que ha sido apreciada en diversas culturas a lo largo del tiempo. Su origen se remonta a las tradiciones culinarias norteamericanas, donde el arroz silvestre, conocido también como "wild rice", es un ingrediente nativo que aportaba sabor y textura a numerosos platillos caseros. En otros países de Latinoamérica, esta receta puede recibir distintas variantes y nombres; sin embargo, el concepto principal se mantiene: una sopa cremosa y suave que combina el delicado sabor del pollo con la textura firme y algo terrosa del arroz silvestre.
En países como México, la crema de pollo suele prepararse con diferentes tipos de arroz, aunque el arroz silvestre es menos común. En Argentina y Chile, las cremas de sopa, incluidas las de pollo, son muy populares durante los meses fríos, adaptándose con ingredientes locales pero manteniendo la esencia del plato. Esta crema, además, se considera un alimento reconfortante, ideal para quienes buscan una comida nutritiva y de fácil digestión.
Como preparar Crema de pollo con arroz silvestre
Usé base de pollo superior touch y fue celestial.
Cocina el arroz salvaje según las indicaciones del paquete durante 30 minutos.
Escurre el líquido y enjuaga bien.
Reserva el arroz parcialmente cocido.
En una cacerola grande, combina el pollo y el agua.
Lleva a ebullición, reduce el fuego y cocina a fuego lento durante 40 minutos o hasta que el pollo esté tierno.
Retira el pollo del caldo y deja reposar hasta que se pueda manejar.
Desgrasa el caldo.
Cuela y reserva el caldo.
Retira la carne de pollo de los huesos.
Corta en pedazos del tamaño de un bocado.
En la misma cacerola, cocina el apio y la cebolla en aceite caliente durante 4-5 minutos.
Agrega los champiñones, cubre y cocina de 5 a 10 minutos o hasta que todo esté tierno, revolviendo de vez en cuando.
Retira del fuego.
Devuelve el caldo a la cacerola.
Agrega el arroz salvaje parcialmente cocido a la mezcla de caldo de pollo.
Incorpora los granos de caldo y la pimienta blanca.
Lleva a ebullición.
Reduce el fuego y cocina a fuego lento, sin tapar, durante 15 minutos.
En una cacerola grande aparte, derrite la mantequilla.
Agrega la harina y revuelve hasta que todo se una y quede suave.
Agrega la leche de una vez y cocina revolviendo hasta que esté burbujeante y espesa.
Agrega un poco de la mezcla caliente de caldo a la salsa blanca y revuelve hasta que esté suave.
Devuelve todo a la mezcla de caldo.
Incorpora los trozos de pollo y el jerez.
Calienta bien.