Las cucharas cubiertas de chocolate son un delicioso y original acompañante para bebidas calientes como el café o el chocolate. Su origen no está claramente definido, pero este tipo de dulce ha ganado popularidad en varios países de Latinoamérica, donde a menudo reciben nombres como "cucharitas de chocolate" o "chocolocas". En México, por ejemplo, son un detalle muy común para regalar o acompañar postres durante celebraciones especiales. En otros países como Argentina y Colombia, este dulce se disfruta especialmente en épocas frías, siendo una forma práctica y atractiva de endulzar las bebidas sin necesidad de azúcar en polvo o jarabes. La combinación de chocolate con otros ingredientes como licor añade un toque sofisticado y divertido a esta preparación sencilla, transformándola en un manjar apetecible para grandes y chicos.
Como preparar Cucharas cubiertas de chocolate
Para empezar, combina la barra de chocolate para hornear, crema para batir y amaretto en una taza medidora de vidrio de 1 taza.
Calienta en el microondas a potencia media durante 1 minuto, revolviendo a los 30 segundos hasta que el chocolate esté derretido y suave.
Sumerge las cucharas desechables en el chocolate derretido para que el cuenco de la cuchara quede completamente cubierto.
Deja que el exceso de chocolate gotee antes de continuar.
Coloca las cucharas cubiertas sobre papel encerado para evitar que se peguen.
Refrigera durante al menos 15 minutos en el congelador para que el chocolate se endurezca correctamente.
Si deseas, decora las cucharas frías con un glaseado derretido sabor vainilla para darles un toque especial y vistoso.
Para usar tus cucharas cubiertas, simplemente revuelve una en tu café o chocolate caliente hasta que el chocolate se derrita y se integre con la bebida.
Esta receta rinde aproximadamente 20 cucharas, perfectas para regalar o compartir en reuniones.
Son especialmente bonitas si se envuelven en celofán de color y se atan con un lazo bonito para presentación.
Si no cuentas con microondas, puedes derretir el chocolate en la estufa a fuego bajo, cuidando que el chocolate no se queme mientras se funde.