La salsa de chile verde es un clásico de la gastronomía mexicana que ha trascendido fronteras y se ha adaptado en diversas regiones de Latinoamérica. Originaria principalmente del centro y sur de México, esta salsa combina ingredientes frescos como tomatillos y chiles verdes, ofreciendo un sabor vibrante y, a menudo, bastante picante. En países como Guatemala, El Salvador y Honduras, su versión se mantiene fiel al ingrediente principal, aunque puede variar en intensidad y acompañamientos. En algunos lugares se le conoce simplemente como "salsa verde", mientras que en otros, especialmente en México, se prepara no solo como salsa para tacos o carnes, sino también como base para dips o guarniciones que resaltan en reuniones y celebraciones.
La popularidad de esta salsa en toda Latinoamérica radica en su versatilidad y su equilibrio entre lo ácido, lo picante y lo fresco. Los tomatillos aportan una acidez característica, mientras que los chiles jalapeños o serranos brindan ese toque de picor que despierta el paladar. Además, la inclusión de hierbas frescas y especias la convierte en un acompañante indispensable. Debido a su fama, muchas recetas incluyen variantes locales que pueden incorporar ingredientes como estragón o diferentes tipos de chile, haciendo que cada región tenga su propio estilo. Este dip de salsa de chile verde resulta una excelente opción para quienes disfrutan de sabores intensos y auténticos.