El escargot a la borgoñona es un plato emblemático de la gastronomía francesa, especialmente vinculado a la región de Borgoña. Su preparación tradicional resalta la elegancia y el sabor intenso de los caracoles, combinados con mantequilla y hierbas frescas. En varios países de Latinoamérica, este platillo puede conocerse simplemente como "caracoles a la mantequilla" o "caracoles al estilo francés", aunque no es tan común debido a las diferencias culturales y gastronómicas regionales. Su historia se remonta a siglos atrás, cuando en Europa se aprovechaban los recursos naturales de manera creativa, y el escargot se convirtió en una delicia reservada para ocasiones especiales.
Este plato es una muestra clara de cómo la gastronomía puede unir técnicas sencillas con ingredientes especiales para crear una experiencia culinaria única, apreciada en cenas formales y celebraciones. A través de las fronteras, el escargot a la borgoñona simboliza la sofisticación y el arte de la cocina francesa, apreciado por amantes de la buena mesa en todo el mundo.