Los frijoles horneados son un platillo tradicional con profundas raíces en la gastronomía de Estados Unidos, especialmente popular en el sur y en Nueva Inglaterra. Su origen se remonta a la época colonial, cuando los colonos adaptaron las recetas nativas americanas que utilizaban frijoles y los combinaron con ingredientes disponibles como carne de cerdo y azúcar para crear un platillo nutritivo y sabroso. En Latinoamérica, aunque no es exactamente el mismo platillo, existen versiones similares de frijoles preparados con distintos tipos de carne y condimentos. Por ejemplo, en México y Centroamérica, los frijoles refritos y guisados con chorizo o tocino son muy comunes. En algunos países sudamericanos, se llaman simplemente "frijoles con carne" o adoptan denominaciones locales según los ingredientes usados.
Esta receta combina la dulzura de la manzana ácida y el azúcar morena con el sabor ahumado de la salsa barbacoa y el tocino, creando un equilibrio perfecto entre lo salado y lo dulce que caracteriza a los frijoles horneados. La variedad de ingredientes portadores de umami y textura hacen de este plato uno muy reconfortante y popular para reuniones familiares y festividades.