Origen e Historia de los Frijoles Pintos de Nuevo México
Los frijoles pintos son un alimento básico en muchas culturas latinoamericanas, especialmente en México y el suroeste de Estados Unidos, donde poseen una larga historia culinaria. En Nuevo México, estos frijoles han sido parte esencial de la dieta local durante siglos, debido a su sabor característico y su valor nutritivo. Se dice que los frijoles pintos llegaron a América desde el Viejo Mundo, adaptándose a los climas y suelos de la región.
En diferentes países de Latinoamérica, los frijoles pintos reciben diversos nombres. Por ejemplo, en México y El Salvador se les llama "frijoles pintos", en otros lugares pueden ser conocidos simplemente como "frijoles colorados" o "frijoles rojos", aunque en ciertos países "frijoles rojos" se refiera a otra variedad. En Argentina y Uruguay se utilizan más los porotos, que son similares. En Nuevo México, estos frijoles tienen un elevado prestigio culinario y se usan en platos tradicionales como acompañante o ingrediente principal.
El método de preparación de los frijoles pintos varía dependiendo de la región, pero en Nuevo México se destaca por el uso de hueso de jamón o tocino para dar un sabor profundo y característico. Esta preparación ha sido transmitida de generación en generación y es un símbolo de la rica herencia gastronómica del estado.
Como preparar Frijoles pintos de Nuevo México
Los frijoles pintos de Nuevo México son una deliciosa y nutritiva opción para acompañar tus platillos favoritos. Su preparación es sencilla pero requiere atención a ciertos detalles que garantizan un resultado perfecto, con frijoles tiernos, sabrosos y con un color apetitoso.
Ingredientes:
Frijoles Pinto Secos, Agua, Hueso De Jamón, Puerco Salado.
Pasos para la preparación:
Lavar y revisar los frijoles, retirando pieles sueltas o frijoles arrugados.
Poner en una olla grande con tapa y cubrir con agua caliente.
Remojar toda la noche si quieres reducir el tiempo de cocción.
Cuando los frijoles comiencen a hervir, agregar hueso de jamón, tocino salado o tocino.
Agregar más agua según sea necesario, pero solo agua caliente o hirviendo.
Nunca agregar agua fría, los frijoles se volverán oscuros.
Si cocinas sin tapa, los frijoles también se volverán de un color oscuro.
Cuando las pieles estén casi tan tiernas como el interior de los frijoles, están listos.
No deben estar rotos.
Agregar sal y dejar reposar antes de servir.