Frijoles rojos con arroz es un plato tradicional con profundas raíces en la gastronomía de América Latina. Su historia se remonta a la época colonial, cuando ingredientes como los frijoles rojos, el arroz, y diversas carnes ahumadas comenzaron a combinarse en distintas regiones para crear comidas nutritivas y sabrosas. Este platillo no solo es un símbolo de la comida casera, sino que también representa la unión entre culturas indígenas, africanas y europeas.
En distintos países Latinoamericanos, esta receta suele recibir nombres variados. En México, a veces se le llama simplemente “frijoles charros” cuando incluye tocino y chorizo. En Colombia, un plato similar se conoce como “bandeja paisa”, aunque este último suele llevar arroz y frijoles como elementos principales pero con muchas otras guarniciones. En Perú y Ecuador, se le denomina “feijões” o “frijoles guisados”, resaltando el estilo de cocción. Sin importar el nombre, la combinación de frijoles rojos con arroz es ampliamente apreciada y es un plato básico en la alimentación diaria de muchas familias latinoamericanas.
Como preparar Frijoles rojos con arroz
Para preparar este delicioso plato es importante seguir cada paso cuidadosamente para lograr un sabor auténtico y una textura perfecta.
En un tazón o cacerola grande agregue los frijoles rojos secos y cúbralos con agua 5 centímetros por encima.
Remoje los frijoles por 8 horas o toda la noche para suavizarlos.
Escurra el agua y reserve los frijoles.
En una cacerola grande a fuego medio-alto derrita la grasa de tocino.
Agregue el tasso o jamón y cocine, revolviendo, por 1 minuto.
Incorpore las cebollas amarillas, el apio y el pimiento verde a la grasa en la cacerola.
Sazone con sal, pimienta negra y ají cayena, y cocine, revolviendo, hasta que las verduras estén suaves, aproximadamente 4 minutos.
Agregue las hojas de laurel, el perejil fresco, el tomillo fresco, la salchicha ahumada y los codillos de jamón ahumado. Cocine, revolviendo, para dorar la salchicha y los codillos durante aproximadamente 4 minutos.
Incorpore el ajo y cocine por 1 minuto.
Agregue los frijoles y el caldo de pollo o agua, mezcle bien y lleve a ebullición.
Reduzca el fuego a medio-bajo y cocine a fuego lento, sin tapar, revolviendo ocasionalmente, hasta que los frijoles estén tiernos y comiencen a espesar, aproximadamente 2 horas.
Retire la cacerola del fuego y con el dorso de una cuchara resistente, aplaste aproximadamente una cuarta parte de los frijoles contra el lado de la cazuela para espesar la preparación.
Continúe cocinando hasta que los frijoles estén tiernos y cremosos, de 15 a 20 minutos más.
Retire del fuego y quite las hojas de laurel.
Sirva los frijoles rojos sobre arroz blanco cocido y decore con cebolla verde picada para dar un toque fresco y colorido al plato.