Las galletas de tocino tienen una historia culinaria que combina sabores tradicionales con la creatividad en la cocina casera. Originarias de la gastronomía estadounidense, estas galletas surgieron como un bocadillo salado ideal para acompañar sopas o ensaladas. En diversos países de Latinoamérica, aunque no tienen un nombre específico diferente, se les conoce comúnmente como "galletas saladas de tocino" o "galletitas de tocino". Su popularidad ha trascendido fronteras, adaptándose a los gustos locales y ofreciendo una deliciosa opción para aperitivos o meriendas.
La combinación del tocino crujiente con la suavidad del queso cheddar crea una experiencia de sabor única que ha conquistado paladares en diferentes regiones. Además, su preparación sencilla permite que tanto cocineros aficionados como expertos puedan disfrutarlas fácilmente en casa.