Galletas italianas de azúcar son un clásico dulce que ha conquistado paladares en diversas culturas. Aunque su nombre sugiere un origen italiano, estas galletas tienen raíces que se entrelazan con tradiciones europeas y americanas. En países de Latinoamérica, estas galletas también se conocen simplemente como “galletas de manteca” o “galletas de azúcar”, y son especialmente populares durante celebraciones familiares y festividades.
En Italia, existen varias versiones de galletas dulces, pero las galletas italianas de azúcar con su textura suave y sabor equilibrado se han popularizado también fuera del país, adaptadas con ingredientes locales. En otros países latinoamericanos, pueden variar ligeramente de nombre o ingredientes, pero el amor por una galleta dulce, crujiente por fuera y tierna por dentro, es universal.
Como preparar Galletas italianas de azúcar
Para comenzar a preparar estas deliciosas galletas, primero bate la manteca vegetal y el azúcar con una batidora eléctrica hasta obtener una mezcla cremosa.
Agrega los huevos uno a la vez, asegurándote de batir bien después de cada adición para que la mezcla quede homogénea.
Incorpora el suero de leche, extracto de limón, bicarbonato de sodio y crema de tártaro, y mezcla bien para integrar todos los ingredientes.
Con una cuchara de madera, añade la harina poco a poco, 1 taza a la vez, hasta que la masa tenga una consistencia firme y manejable.
Deja caer cucharadas colmadas de la masa sobre una bandeja para galletas ligeramente engrasada, dejando un espacio de 2 a 3 pulgadas entre cada una para que no se peguen al hornear.
Si decides no usar glaseado, puedes presionar sobre cada galleta nueces o chispas para darle un toque crujiente y decorativo.
Hornea las galletas en un horno precalentado a 375°F (190°C), ubicándolas en la rejilla del centro, durante 10 a 13 minutos o hasta que los bordes estén ligeramente dorados y la superficie se vea firme.
Es importante no sobrehornear, ya que esto puede causar que las galletas queden secas y duras.
Retira las galletas con cuidado y colócalas en una rejilla para que se enfríen completamente.
Finalmente, glasea o decora las galletas a tu gusto, usando glaseado y azúcar de colores para espolvorear y darle un toque festivo y delicioso.
Para mantenerlas frescas, almacena las galletas en un recipiente hermético, donde conservarán su suavidad y sabor por más tiempo.