Kimchi es una preparación tradicional de Corea que se ha convertido en un símbolo nacional y un elemento esencial de la cocina coreana. Su origen se remonta a varios siglos atrás, cuando las comunidades coreanas comenzaron a fermentar verduras para conservarlas durante los largos inviernos. El kimchi original es conocido por su sabor picante, ácido y umami, resultado de un proceso de fermentación con ingredientes como el repollo napa, la salmuera y especias como el ajo, el jengibre y el chile.
En Latinoamérica, el kimchi se ha ido popularizando y, aunque en muchos países mantiene su nombre original, en algunos lugares se le puede escuchar como “ensalada fermentada de repollo” o “coles fermentadas”. En México, por ejemplo, se le suele llamar simplemente “kimchi”, mientras que en países como Argentina y Chile también se reconoce como un acompañante exótico de ensaladas y platillos modernos. La versión suave y sin fermentación ha surgido como una alternativa para quienes desean disfrutar de los sabores frescos del kimchi sin la intensidad característica del fermentado tradicional.
Como preparar Kimchi suave
En un tazón grande, combina la cebolla roja, las zanahorias, el repollo y la sal.
Agrega solo suficiente agua para cubrir las verduras.
Déjalas reposar a temperatura ambiente toda la noche.
Al día siguiente, escurre las verduras.
Agrega los ingredientes restantes y mezcla bien.
Refrigera la ensalada por al menos 1 hora antes de servir.
Se conservará en un recipiente sellado en el refrigerador hasta por 7 días.
Variación: este kimchi no pasa por un proceso de fermentación, como el kimchi real.
Si deseas fermentar este kimchi, omite el aceite y coloca la mezcla en un frasco grande esterilizado.
Deja el kimchi a temperatura ambiente de 2 a 4 días, abriendo el frasco una vez al día para dejar salir los gases que se acumulan.
Guarda el kimchi en el refrigerador después de este período.
Se conservará por varias semanas.