La sopa de tomate con albahaca es un clásico reconfortante que ha trascendido generaciones y fronteras en Latinoamérica. Su origen se remonta a la tradición culinaria mediterránea, donde la combinación de tomate y albahaca es muy común. En diferentes países latinoamericanos, esta sopa recibe distintos nombres; en México suele llamarse "sopa de jitomate con albahaca", mientras que en Argentina y Uruguay se conoce como "crema de tomate con albahaca". La popularidad de esta receta radica en su sabor fresco y vibrante, que enfatiza la calidad de los ingredientes naturales y la simplicidad de su preparación.
Además, esta preparación es ideal tanto para días fríos como templados, gracias a su textura cremosa y su equilibrio entre ácido y dulce, aportado por el tomate y la albahaca fresca. A lo largo de los años, La Madeleine, una reconocida cadena de restaurantes, ha hecho famosa su versión de esta sopa, que ha conquistado paladares y se ha convertido en un plato frecuente en sus menús, destacando por su delicado sabor y la calidad de sus ingredientes.