Las alubias cocidas son un platillo tradicional muy popular en diversas regiones de Latinoamérica, especialmente en países como México, Venezuela, Colombia y Puerto Rico. Este plato tiene sus raíces en la cocina campesina, donde las alubias o frijoles se han utilizado durante siglos como una fuente económica y nutritiva de proteína vegetal. En México, estas legumbres son conocidas simplemente como "frijoles", mientras que en otros países reciben nombres como "caraotas" en Venezuela, "habichuelas" en Puerto Rico y República Dominicana, y "porotos" en Chile y Argentina.
El origen de este platillo se remonta a la época precolombina, cuando las civilizaciones indígenas comenzaron a cultivar diversas variedades de frijoles como parte fundamental de su dieta diaria. Con el tiempo, la receta fue evolucionando, incorporando ingredientes como tocino, salchichas o salsa de tomate, adaptándose a los gustos y recursos de cada región. Así, las alubias cocidas se convirtieron en un plato reconfortante, ideal para preparar en familia y disfrutar en cualquier estación del año.
Como preparar Las alubias cocidas de Claude
Para preparar esta receta, necesitarás los siguientes ingredientes: salchicha molida, apio, cebolla, frijoles horneados, frijoles verdes enlatados, frijoles amarillos, frijoles rojos, azúcar morena, pasta de tomate, mostaza preparada y sopa de tomate condensada.
Paso 1: Dorar la salchicha molida junto con el apio y la cebolla picados. Una vez estén bien cocidos, reserva esta mezcla.
Paso 2: En un bol grande, mezcla los frijoles horneados, frijoles verdes, amarillos y rojos junto con el azúcar morena, la pasta de tomate, la mostaza preparada y la sopa de tomate condensada. Incorpora la mezcla de salchicha, apio y cebolla que reservaste anteriormente, asegurándote de integrar bien todos los ingredientes.
Paso 3: Coloca toda la mezcla en un recipiente apto para horno y hornea a 350 grados Fahrenheit (aproximadamente 175 grados Celsius) durante 1 hora, o hasta que la preparación esté burbujeante y bien integrada.
Este plato es ideal para acompañar carnes, arroz o simplemente disfrutarlo acompañado de pan fresco. Su sabor dulce y salado combinado con la textura de los diferentes frijoles lo hace una receta irresistible y reconfortante.