Masa dulce portuguesa es una preparación tradicional que evoca la riqueza de la repostería de Portugal, famosa por sus panes y dulces artesanales. Esta masa dulce tiene raíces en las recetas caseras que se transmitieron de generación en generación, y su elaboración está impregnada de la cultura lusitana. En distintos países de Latinoamérica, esta masa puede encontrarse bajo variaciones o nombres similares, como "masa brioche" en algunos lugares, aunque la auténtica masa dulce portuguesa se distingue por su textura suave y delicado sabor a canela y mantequilla.
El origen de esta masa está ligado a la tradición panadera portuguesa, donde el uso de ingredientes como la canela, las pasas y el uso cuidadoso de la levadura activa, permiten obtener un pan dulce ideal para acompañar el café o el té. En países latinoamericanos con influencia portuguesa como Brasil, este tipo de masa también es popular y se adapta a los gustos locales, a veces incluyendo frutas o cambios leves en la receta original.
Como preparar Masa dulce portuguesa
En un tazón pequeño disolver la levadura en agua tibia y dejar reposar, aproximadamente 10 minutos.
Escaldar la leche y agregar el azúcar, la mantequilla y la sal.
Revolver hasta que la mantequilla se derrita.
Combinar la canela y la harina.
Agregar la mitad de la harina a la leche y mezclar hasta obtener una mezcla homogénea.
Batir 3 huevos y agregarlos junto con la levadura a la mezcla.
Continuar agregando harina hasta obtener una masa suave.
Volcar sobre una superficie ligeramente enharinada y amasar hasta que esté suave y sedosa, aproximadamente 15 minutos.
Incorporar las pasas en este punto, si se usan.
Formar una bola y colocar en un tazón bien engrasado con mantequilla, girando para cubrir, y dejar reposar hasta que duplique su volumen, de 2 1/2 a 3 horas.
Golpear la masa hacia abajo y dividir en dos partes.
Colocar en dos moldes para pan engrasados y dejar reposar hasta que duplique su volumen, de 1 1/2 a 2 horas.
Precalentar el horno a 350 grados.
Batir el huevo restante.
Pincelar la parte superior de los panes con el huevo.
Hornear durante 20-30 minutos o hasta que estén dorados y con sonido hueco al golpearlos por debajo.
Enfriar sobre rejillas.