Moorkoppen holandeses son un delicioso postre tradicional de los Países Bajos, reconocido por su textura suave y su glaseado de chocolate característico. Estos profiteroles rellenos de crema batida tienen una historia que se remonta a la gastronomía europea clásica, donde la técnica de la masa choux se utiliza para crear bocados ligeros y esponjosos.
En Latinoamérica, aunque no hay un equivalente exacto con el mismo nombre, postres similares se podrían encontrar bajo el concepto de “profiteroles” o “petit choux”, apreciados en múltiples países por su versatilidad y sabor. En algunos lugares se les conoce simplemente como “bombas de crema” o “bocaditos de chocolate” cuando se rellenan con crema y se cubren con glaseado.
Estos dulces son perfectos para celebraciones y meriendas, además de ser un excelente ejemplo de la influencia europea en las tradiciones culinarias de Holanda y su adaptación en diferentes culturas.
Como preparar moorkoppen holandeses
Ingredientes: Agua, Sal, Mantequilla, Harina, Huevos, Crema doble, Azúcar, Azúcar vainillado, Azúcar glas, Cacao, Fruta.
Pasos:
Relleno: Batir 500 ml de crema doble con 60 gramos de azúcar y 15 gramos de azúcar de vainilla hasta obtener una mezcla cremosa.
Glaseado: Mezclar 100 gramos de azúcar glas con 10 gramos de cacao en polvo.
Agregar 1,5 cucharadas de agua tibia y aproximadamente 8 piezas de fruta, como trozos de piña o fresas, para la decoración.
Tamizar la harina junto con la sal para asegurar la textura de la masa.
Llevar el agua a ebullición junto con la mantequilla.
Incorporar la harina y la sal al agua con mantequilla y mezclar bien.
Retirar la mezcla del fuego.
Batir con una cuchara de madera hasta eliminar todos los grumos y obtener una masa homogénea.
Agregar uno a uno los huevos: primero añadir un huevo, revolver con la cuchara, batir hasta que se absorba completamente.
Repetir este proceso con el segundo huevo, revolver y batir hasta integrar.
Batir el tercer huevo en un tazón pequeño y añadirlo cucharada a cucharada, hasta lograr una masa aterciopelada que mantenga su forma al hacer picos con la cuchara.
Continuar batiendo la mezcla hasta que esté esponjosa y brillante.
Con dos cucharas mojadas en agua, formar alrededor de 8 montículos redondeados sobre una bandeja para hornear engrasada.
Hornear a temperatura media en el centro del horno precalentado durante 30 a 40 minutos, hasta que estén dorados y esponjosos.
No abrir la puerta del horno durante los primeros 20 minutos para evitar que se desinflen.
Dejar reposar 5 minutos en el horno con la puerta entreabierta, luego retirar los profiteroles de la bandeja.
Colocarlos sobre una rejilla para que se enfríen completamente.
Preparar el glaseado justo antes de rellenar los profiteroles.
Hacer un corte en los lados de los profiteroles y rellenar con la crema batida reservando un poco para la decoración.
Mezclar el azúcar glas con el cacao y añadir gotas de agua poco a poco, revolviendo con una cuchara de metal hasta que la mezcla espese ligeramente y sea fluida.
Batir el glaseado hasta que brille y se adhiera bien a la cuchara.
Sumergir la parte superior de cada profiterol relleno en el glaseado con un movimiento giratorio para cubrirlo completamente.
Colocar los moorkoppen sobre una rejilla con un plato debajo para recoger el exceso de glaseado.
Dejar reposar por aproximadamente 30 minutos hasta que el glaseado endurezca.
Poner una porción de la crema reservada sobre cada moorkop y decorar con un trozo de fruta fresca.