El pastel de ajedrez es una deliciosa tradición repostera originaria de México, especialmente popular en las regiones del centro del país. Su nombre proviene del patrón que se forma en la superficie del pastel, que recuerda a un tablero de ajedrez, con cuadros claros y oscuros creados por la mezcla de colores y texturas de la masa y el relleno. En otros países de Latinoamérica, aunque esta receta no es tan conocida bajo el mismo nombre, puede encontrarse en versiones similares con diferentes denominaciones y variaciones en sus ingredientes, donde se destaca el uso de harinas diversas y técnicas tradicionales de pastelería casera.
Este pastel se ha convertido en un símbolo de reuniones familiares y festividades, siendo apreciado por su sabor dulce y textura suave. Es un ejemplo perfecto de cómo la gastronomía mexicana combina sencillez y sabor en un solo platillo, y continúa siendo parte fundamental de la cultura culinaria en distintos eventos sociales.