El pastel de mosca de zapatero es un postre tradicional de los holandeses de Pennsylvania, una comunidad con raíces en los inmigrantes alemanes que se asentaron en Estados Unidos en el siglo XVII. Este pastel, conocido también como "Shoofly Pie" en inglés, recibe su nombre peculiar porque su superficie dulce y pegajosa solía atraer a las moscas. En Latinoamérica, aunque no se encuentra exactamente con este nombre, recetas similares con base de masa y rellenos dulces se conocen en países como México, donde los pays y tartas son también muy populares, o en Argentina, con sus tradicionales postres con base de masa y mermeladas.
El pastel de mosca de zapatero destaca por su combinación de melaza y especias que le dan un sabor profundo y característico. Tradicionalmente, se consume en los hogares y ferias de Pennsylvania y representa un ejemplo delicioso de cómo la cultura culinaria alemana influyó en la gastronomía estadounidense. Su textura combina una base crujiente con un relleno denso y dulce, contrastado con una cobertura de migas de manteca que hacen único a este postre.
Como preparar Pastel de mosca de zapatero de los holandeses de Pennsylvania
Para preparar este delicioso pastel, primero debemos engrasar un molde para pay de 9 pulgadas con la masa preparada para la base. Esto proporcionará la estructura necesaria para el relleno y la cobertura.
Mezclamos la melaza con la yema de huevo hasta lograr una mezcla homogénea y suave, que será la base del relleno.
Disolvemos el bicarbonato de sodio en agua hirviendo y lo añadimos inmediatamente a la mezcla de huevo y melaza. Removemos bien y reservamos esta preparación.
En un recipiente aparte, combinamos los ingredientes secos que incluyen harina, nuez moscada, jengibre molido, clavos molidos, canela, sal y azúcar morena. Es importante mezclar todo de manera uniforme.
Incorporamos la manteca fría a los ingredientes secos y mezclamos hasta que la mezcla tenga la apariencia de migajas gruesas, lo que aportará textura y sabor a la cobertura.
Vertemos la mezcla de melaza cuidadosamente sobre la base de masa en el molde para pay, asegurándonos de que quede distribuida uniformemente.
Espolvoreamos las migajas de manteca y mezcla seca sobre la superficie, distribuyéndolas de manera uniforme para crear una cobertura perfecta sin revolver.
Precalentamos el horno a 450 grados Fahrenheit y horneamos el pastel durante 15 minutos. Luego, bajamos la temperatura a 350 grados Fahrenheit y continuamos horneando por 20 minutos más.
Finalmente, dejamos enfriar el pastel antes de servir para que los sabores se asienten y la textura sea ideal para disfrutar.