El pudín de pan es un postre tradicional con raíces que se remontan a la época medieval en Europa, donde se aprovechaba el pan duro para evitar desperdicios. Con el tiempo, esta receta se ha difundido por todo el mundo, adoptando variantes en cada región. En Latinoamérica, es conocido comúnmente como "pudín de pan" o simplemente "budín", pero en países como México también se le puede llamar "capirotada" cuando incluye ingredientes adicionales como frutas secas y especias. En Argentina y Uruguay, es muy popular en las mesas familiares como un postre casero simple y reconfortante. Su versatilidad y economía lo han hecho un clásico en muchas culturas, adaptándose a los ingredientes disponibles y preferencias locales.
Este postre es valorado por su textura suave y cremosa, resultado de la mezcla del pan remojado en leche y huevos, horneado lentamente para lograr esa consistencia característica. A menudo se acompaña con salsas dulces o se enriquece con frutos secos y licores, haciendo del pudín de pan una opción dulce tanto para celebraciones como para el día a día.