La salsa de albaricoque es una preparación tradicional que ha acompañado a diversas culturas a lo largo de la historia, especialmente en aquellas regiones donde el albaricoque es una fruta común. Se cree que su origen se remonta a Asia Central, donde el albaricoque se cultivaba hace miles de años antes de llegar a Europa a través de rutas comerciales como la de la seda.
En Latinoamérica, esta salsa puede recibir diferentes nombres o variantes según la región. En México, por ejemplo, puede encontrarse como un acompañante dulce para platillos festivos o postres, mientras que en países como Argentina o Chile, se utiliza frecuentemente en preparaciones con carnes o quesos, brindando un contraste de sabores. Aunque no tiene un nombre distinto, su elaboración y uso varía según las tradiciones culinarias locales.
La versatilidad de la salsa de albaricoque la ha posicionado como un clásico dentro del recetario internacional, destacando por su equilibrio entre lo dulce y especiado, ideal para realzar desde desayunos hasta cenas elegantes.