La salsa para espagueti es un clásico de la gastronomía italiana que ha trascendido fronteras y se ha adaptado en muchos países de Latinoamérica. Esta salsa, conocida en diversos países como “salsa roja”, “salsa de tomate” o simplemente “salsa para pasta”, tiene sus orígenes en la cocina mediterránea, donde el tomate comenzó a utilizarse como ingrediente fundamental tras su llegada desde América en el siglo XVI.
En países latinoamericanos como México, Argentina y Chile, la salsa para espagueti se prepara con variaciones según los ingredientes disponibles y las tradiciones culinarias locales. En algunos lugares, se emplean tomates frescos, hierbas aromáticas o incluso ingredientes especiales como el tomate seco al sol, que aporta una profundidad de sabor y una textura diferente, enriqueciendo la experiencia gastronómica.