La sopa cremosa de maíz es una delicia tradicional que ha formado parte de la gastronomía de numerosos países latinoamericanos. Su origen se remonta a las culturas indígenas que habitaban las zonas donde el maíz era un ingrediente esencial en su alimentación diaria. Con el tiempo, esta receta fue adaptándose e integrándose con técnicas y sabores traídos por la colonización, creando una preparación reconfortante y muy apreciada.
En México, es común encontrar variaciones de esta sopa que incluyen ingredientes como el chile y el queso, mientras que en países como Colombia y Venezuela se le suele denominar simplemente "crema de maíz" y se acompaña con diferentes tipos de carnes o incluso con arepas. En Argentina y Chile, la sopa de choclo, que es otra forma de llamar al maíz, se prepara con un toque de crema y a menudo es parte del menú familiar durante el otoño e invierno.
Gracias a su sencilla preparación y su sabor tan particular, esta sopa ha trascendido fronteras y es conocida bajo diversos nombres, pero siempre evocando la calidez y riqueza del maíz como protagonista.