La sopa de pavo del día después de la fiesta es una preparación tradicional que surge como una manera práctica y deliciosa de aprovechar los restos del pavo que sobra tras reuniones familiares o celebraciones, especialmente durante festividades como el Día de Acción de Gracias o Navidad. En varios países de Latinoamérica, este plato puede tener diferentes nombres, por ejemplo, en México se le conoce comúnmente como "caldo de pavo", mientras que en algunos lugares de Centroamérica se le llama simplemente "sopa de ave". Su origen está íntimamente ligado a la necesidad de no desperdiciar alimentos y convertir los sobrantes en un alimento reconfortante y nutritivo que alimente a toda la familia al día siguiente.
Además de su valor económico, esta sopa representa un símbolo de unión familiar y tradición, pues muchas veces su preparación reúne a varios miembros de la familia que colaboran en la cocina. A lo largo de Latinoamérica, las variantes pueden incluir diferentes verduras, granos o incluso condimentos, pero la base siempre es el pavo y un caldo casero que invita a reconfortar el cuerpo y el alma.