La sopa de tomate, ajo y cebolla es un plato tradicional con raíces profundas en la gastronomía mediterránea, especialmente en la cocina francesa, donde es famosa como "sopa de cebolla francesa". A lo largo de Latinoamérica, esta receta ha adoptado variaciones y nombres diferentes según la región. En México, por ejemplo, puede acompañarse con tortillas o quesos locales, mientras que en países como Argentina y Chile, es común disfrutarla con pan casero y quesos fundidos. Esta sopa se caracteriza por su sabor reconfortante y su perfecta combinación de texturas, gracias al suave toque del ajo y la cebolla caramelizada que complementan la acidez natural del tomate.
Como preparar Sopa de tomate, ajo y cebolla
Para comenzar, blanquear el ajo durante aproximadamente 30 segundos hasta que esté ligeramente suave.
Enfriar, pelar y cortar el ajo en rodajas finas.
Saltear las cebollas en aceite de oliva hasta que estén suaves y doradas, lo que tomará aproximadamente 10-15 minutos.
Agregar el ajo, los tomates y el jugo de tomate a las cebollas salteadas.
Llevar a ebullición, luego reducir el fuego y cocinar a fuego lento durante 30 minutos.
Precalentar el horno a 450°F (230°C).
Incorporar el caldo de res y llevar nuevamente a ebullición.
Servir la sopa en recipientes aptos para horno y cubrir con rebanadas de baguettes francesas tostadas y queso suizo.
Colocar los recipientes en el horno hasta que el queso se derrita y tome un tono dorado.