La tarta alemana de queso es un postre tradicional muy apreciado en Alemania y en muchos países de Latinoamérica, donde suele conocerse como Käsekuchen o simplemente tarta de queso al estilo alemán. Esta delicia tiene sus raíces en la repostería alemana, especialmente en la región de Sajonia, donde los pasteleros combinaban quesos frescos con masas caseras para crear un postre suave y cremoso. En otros países latinoamericanos, es común encontrar variantes que incluyen ingredientes como pasas o ralladura de limón, adaptándose a los gustos locales.
El uso del queso fresco o requesón es lo que diferencia a esta tarta de otros tipos de tartas de queso más densas y cremosas que se preparan en la cocina estadounidense o francesa. La textura ligera y esponjosa, junto con una base crocante, hace que esta tarta sea una favorita para disfrutar en celebraciones o como merienda acompañada de un café o té.
Como preparar Tarta alemana de queso
Ingredientes: Harina sin blanquear, mantequilla, azúcar, huevo, polvo de hornear, queso fresco, almidón de maíz, bicarbonato de sodio, huevos, cáscara de limón, extracto de vainilla, crema ácida, pasas.
Pasos:
Base: en un tazón grande para mezclar, mezcla todos los ingredientes, incorporando la mantequilla y trabajando la mezcla con las manos hasta que esté bien mezclada y manejable.
Divide la masa en 2 porciones iguales.
Usa una mitad para cubrir el fondo de un molde desmontable de 9 pulgadas engrasado, la otra mitad para cubrir los lados del molde.
Puedes extender la masa con un rodillo o presionarla con los dedos.
Refrigera antes de rellenar.
Queso: precalienta el horno a 375 grados F.
Pasa el queso cottage por un colador.
Combina la maicena y el bicarbonato y reserva.
En un tazón grande para mezclar, combina el queso cottage con el azúcar, huevos, ralladura de limón y vainilla.
Bate hasta que esté muy suave.
Añade la mezcla seca al queso y mezcla bien.
Incorpora la crema agria y las pasas.
Vierte la mezcla de queso sobre la base preparada y hornea por una hora, o hasta que esté listo.
El centro permanecerá suave.
Apaga el horno y deja la puerta entreabierta.
Deja que el pastel se enfríe a temperatura ambiente.
Sirve también a temperatura ambiente.