La tarta fresca de pera y manzana es un clásico postre que ha conquistado paladares en diversas regiones de América Latina. Su origen se remonta a las influencias europeas, especialmente las francesas y españolas, que llegaron al continente durante la colonización. En distintos países latinoamericanos, esta tarta puede recibir nombres variados como "pay de manzana y pera" en México, "tarta de manzana y pera" en Argentina o simplemente "pie de manzana y pera" en países como Chile y Colombia. La combinación de frutos frescos y canela hace de esta preparación un postre dulce y aromático, ideal para las sobremesas familiares o celebraciones especiales.