El Té ruso es una bebida refrescante y aromática que, aunque su nombre sugiere un origen ruso, tiene raíces mucho más variadas y se ha popularizado en distintas regiones de Latinoamérica bajo diversos nombres. En países como México, Venezuela y Colombia, esta bebida se ha adaptado con ingredientes locales, lo que le da un sabor único en cada lugar. Su historia se remonta a la influencia de la cultura europea en América, y aunque en Rusia existen infusiones tradicionales, el Té ruso latinoamericano se caracteriza por su combinación de jugos cítricos, especias y té, que lo hacen ideal para climas cálidos.
En algunos países, esta bebida también se conoce como "té frío especiado" o "té con frutas y especias". Su nombre refleja la mezcla ecléctica de sabores que combina la frescura del té con la intensidad de las especias como la canela y los clavos de olor, además del toque dulce y ácido de los jugos de frutas. Esta mezcla resulta en una bebida deliciosa y energizante que refleja la riqueza de tradiciones e ingredientes de la región.