El crumble es un postre tradicional originario del Reino Unido, muy popular especialmente durante el siglo XX, cuando se convirtió en una alternativa más sencilla y económica a los pasteles y tartas clásicas. En América Latina, aunque el crumble como tal no tiene un nombre universal, se le puede encontrar bajo denominaciones como "corteza crujiente" o "pastel desmenuzado". El ruibarbo, una planta con un sabor ácido característico, se utiliza frecuentemente en postres europeos y ha sido adoptado en diversas recetas latinoamericanas, combinándose con frutas dulces como la fresa para equilibrar su sabor.
Este postre ha evolucionado con el tiempo, adaptándose a los ingredientes disponibles en distintas regiones. En muchos países latinoamericanos, donde el ruibarbo puede ser menos común, se reemplaza por frutas con acidez similar. Sin embargo, la mezcla de ruibarbo con fresas mantiene un equilibrio perfecto entre acidez y dulzura, siendo una combinación clásica en recetas de crumble que buscan un toque refrescante y apetitoso.