La masa de pizza es un elemento fundamental en una de las comidas más populares y queridas a nivel mundial: la pizza. Su origen se remonta a la antigua Italia, específicamente a Nápoles, donde los panaderos desarrollaron una base de pan plana y simple que luego se combinaría con tomates, quesos y otros ingredientes para crear la pizza tal como la conocemos hoy. Este platillo rápidamente ganó popularidad y se extendió por todo el mundo, adaptándose a los gustos y productos locales. En muchos países de Latinoamérica, la pizza se conoce simplemente como "pizza", aunque en algunas regiones como Argentina y México se le da especial importancia a la variedad y estilo de masa, desde la fina hasta la gruesa. En lugares como Colombia y Chile, también se disfruta de la pizza con diferentes ingredientes y estilos de salsa, lo que refleja la diversidad culinaria del continente.
La salsa que acompaña esta masa suele ser una mezcla de pasta de tomate con hierbas y condimentos, dando un sabor único y característico que realza la experiencia de degustar una buena pizza en casa o en una pizzería.
Como preparar Masa de pizza y salsa
En un tazón grande, espolvoree la levadura sobre agua tibia y deje reposar hasta que comience a hacer espuma, aproximadamente 5 minutos.
Incorpore la sal, el aceite y la mitad de la harina.
Agregue gradualmente la harina restante, mezclando bien.
Amasar de 8 a 10 minutos o hasta que esté suave y elástica.
Coloque en un tazón engrasado y deje que la masa doble su tamaño, golpee hacia abajo y deje que suba nuevamente hasta que duplique su tamaño.
Golpee la masa hacia abajo y divida.
Extienda sobre dos bandejas para pizza.
Cubra con salsa de pizza y los ingredientes.
Hornee a 400 grados durante 20-25 minutos.
Para la salsa de pizza: mezcle todos los ingredientes juntos, mezclando bien.
Rinde suficiente para dos pizzas de 12 o 14 pulgadas o una pizza gruesa de 16 pulgadas.
Cubra con carnes, queso y otros ingredientes al gusto.
Para congelar la pizza preparada: envuelva dos veces y congele la pizza preparada en la bandeja para pizza.
Desenvuelva y hornee la pizza congelada a 400°F durante aproximadamente 22 minutos.
Método alternativo para congelar la masa: después del primer levado de la masa, divida la masa y colóquela en una bolsa zip-loc y luego en el congelador.
Para preparar, retire del congelador y coloque en un tazón engrasado.
La masa tardará aproximadamente de 8 a 10 horas en descongelarse y subir ligeramente.
Extienda sobre una bandeja para pizza engrasada y proceda como se indica arriba.
También se puede congelar la mitad de la salsa en un recipiente pequeño para uso futuro.
Ingredientes: levadura, agua tibia, sal, aceite, harina, pasta de tomate, vino tinto, orégano, azúcar, aceite vegetal, queso parmesano.