La tarta de cereza es un postre tradicional que ha conquistado paladares en muchas partes del mundo, especialmente en América Latina y Estados Unidos. Su origen se remonta a las antiguas recetas europeas de pasteles de frutas, donde las cerezas se convirtieron en protagonistas gracias a su sabor dulce y ligeramente ácido. En diferentes países latinoamericanos, este postre puede encontrarse bajo nombres variados; por ejemplo, en México y Argentina suele llamarse “pay de cereza”, mientras que en otros lugares se conserva el nombre “tarta de cereza” o simplemente “pastel de cereza”. Este postre representa la combinación perfecta entre una masa crocante y un relleno jugoso, ideal para compartir en ocasiones especiales o como un delicioso acompañante del café.
Como preparar Tarta de cereza
Para comenzar, mezcle los ingredientes para el relleno. Utilice cerezas frescas junto con azúcar, harina y un toque de canela para obtener un sabor equilibrado y aromático.
Coloque esta mezcla en un molde para tarta que previamente haya sido forrado con una masa para pie de doble corte de 9 pulgadas.
A continuación, ponga la capa superior de masa sobre el relleno.
Corte ranuras de ventilación en la capa superior para permitir que escape el vapor durante la cocción y repulgue los bordes para que queden bien sellados.
Pinte la superficie con un poco de leche y espolvoree azúcar para darle un acabado dorado y dulce.
Hornee la tarta a 425°F durante 25 minutos; luego, reduzca la temperatura a 350°F y continúe horneando por 25 a 30 minutos más para que la tarta quede perfectamente cocida.
Después de hornear, agregue las cerezas restantes y mezcle cuidadosamente para cubrirlas uniformemente.
Este método permite que las cerezas queden mejor distribuidas que si se mezclan previamente en un tazón, y el relleno toma una consistencia más firme y atractiva.